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Qué comer en Casablanca

Comida Casablanca
Shutterstock.com
Actualizado porPauline Bouveauel 05 Septiembre 2024

Por lo general, los marroquíes están orgullosos de sus raíces y de su cultura, ¡pero su gastronomía es sagrada! Como en todo el mundo, los mejores platos son los de mamá, y muy pocos marroquíes te dirán lo contrario. Esperamo que te inviten a una cena familiar para que puedas experimentar la verdadera comida casera marroquí. A continuación repasamos la gastronomía y los platos típicos que podrás probar en Casablanca.

Los principales ingredientes de la cocina local

Como Marruecos es un país musulmán, la cocina marroquí excluye el cerdo de todas sus recetas. Adiós tocino, jamón (como se come tradicionalmente en Europa) y otras carnes de cerdo que conoces. La mayoría de los sustitutos están hechos de pavo o ternera. El sabor es diferente y el proceso de cocción es industrial; así que no es necesario hablar más del tema.

La cocina local está mucho más orientada a las aves de corral (pollo y pato), oveja o cordero, carne de res y pescado (especialmente en época del Eid, rápidamente entenderás el porqué). Debido a los métodos de matanza y la conservación de la carne, hay poca o ninguna carne cruda o poco cocida. A los marroquíes les gusta su carne muy hecha. Las comidas y las porciones son generosas, y cuando hay de 4 a 6 personas alrededor de la mesa, te preguntarás si otros invitados se unirán cuando veas la cantidad de comida que se sirve en los platos. Las especias y los condimentos son los elementos básicos de la cocina marroquí, llena de sabores.

Los imprescindibles

Entre los grandes clásicos, encontramos los tajines, el cuscús y la pastilla. Los tajines son todos esos platos preparados en ese recipiente que todos tenemos en mente, el famoso plato de barro grueso cubierto con un sombrero puntiagudo. Sobre una base de cebolla que se deja ablandar o incluso confitar con la cocción, las variantes son innumerables: pollo al limón, carne (generalmente de ternera), albóndigas de carne picada o de pescado, y verduras (calabacines, zanahorias, tomates y patatas son la base). La tradición es rica, al igual que la imaginación de los cocineros y cocineras marroquíes.

El cuscús también es un plato mundialmente famoso y reconocido. En Casablanca, como en el resto de Marruecos, no hay cuscús real con merguez. No, hay dos variantes principales: pollo o carne (generalmente de ternera). Se sirve con sémola, siete verduras (calabacín, zanahoria, calabaza, berenjena, batata, nabo y tomate), una salsa con garbanzos e incluso pasas, y tienes un plato real y tradicional. Se sirve clásicamente los viernes, después de la gran oración de la semana, y se recomienda no programar una actividad física o profesional muy intensa después, ya que la digestión hace su trabajo.

La pastilla es esa especie de pastel redondo, relleno de mariscos o pollo, hecho con hojas de brick. Como requiere mucho trabajo, es un plato de gala, que se sirve fácilmente a los invitados cuando se les quiere honrar.

Podríamos extendernos durante páginas sobre la cocina marroquí, pero lo mejor, parece ser, es lanzarse y probar.

Para tentempiés, en la calle o en puestos de comida rápida, primero fíjate si las condiciones de higiene parecen adecuadas, para evitar sorpresas desagradables. De lo contrario, puede ser un sustituto efectivo e interesante al bocadillo casero o al "fast-food" que todos conocemos.

En Casablanca, encontrarás fácilmente pequeños vendedores ambulantes asando delante de ti brochetas de ternera, que te pondrán en un pan acompañado de crudités, salsas y especias, según el gusto de cada uno. Los pescados a la parrilla son abundantes en Casablanca, así que no dudes en detenerte en un pequeño restaurante de la calle para disfrutar de sardinas asadas y otras frituras.

Comida callejera

La comida callejera también es muy popular en Casablanca, encontrarás puestos en casi todas partes. Comer un sándwich rápido puede ser una buena opción si tienes prisa, pero antes de pedir nada, comprueba la higiene del puesto.

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Sobre

Soy una expatriada en serie y vivo en Rabat, Marruecos, desde hace dos años, después de haber vivido en Mauricio y Senegal. Soy una periodista apasionada por los viajes y me encanta escribir y compartir mis descubrimientos y aventuras.

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