Mudarse a Francia con un animal de compañÃa es un proceso relativamente sencillo. El Ministerio de Agricultura francés ha establecido una serie de directrices claras sobre los procedimientos que deben seguirse y los tipos de animales que se pueden importar a Francia. Hay que tener en cuenta que muchas razas permitidas en algunas partes del mundo están prohibidas en Francia. Por lo tanto, antes de comprometerte en firme con tu proyecto de expatriación en Francia, comprueba de antemano si podrás traer a tu mascota.
Viajar con un animal de compañÃa puede ser una experiencia estresante para ellos, pero hay varias cosas que puede hacer para ayudarles a superarla más fácilmente. Asegúrate de que dispones de todos los documentos necesarios, como certificados sanitarios y vacunas al dÃa. Si viajas en avión, infórmate sobre las polÃticas especÃficas de la aerolÃnea respecto a las mascotas.
Si vas a utilizar una jaula o un bolso de transporte, déjalo en casa para que tu mascota se acostumbre a él. Antes del viaje, haz trayectos cortos en coche para que tu mascota se acostumbre al movimiento y al ruido. Lleva objetos que le resulten familiares, como juguetes, una manta o una alfombra, para que se sienta a gusto. En la medida de lo posible, intenta mantener las rutinas habituales de comida, paseo y juego.
Si tu animal está estresado, considera la posibilidad de utilizar productos calmantes como difusores de feromonas o chalecos ansiolÃticos. Si viajas en coche, planifica paradas regulares para que tu mascota pueda estirar las patas, beber agua y hacer sus necesidades. Las mascotas pueden sentir el estrés de sus dueños, asà que intente mantener la calma y tranquilizarlas para que se sientan a salvo.
Mascotas procedentes de paÃses no europeos
Trasladarse a Francia con un animal de compañÃa requiere una planificación y organización minuciosas, por lo que conviene empezar a familiarizarse con los trámites con varios meses de antelación. En general, Francia admite animales de compañÃa que cumplan las normas y condiciones vigentes.
Como las normas cambian con el tiempo, lo mejor es consultar la página web del o ponerse en contacto con una de las numerosas asociaciones francesas dedicadas al bienestar animal.
En cuanto a las normas especÃficas para los animales de compañÃa procedentes de paÃses no europeos, deben:
tener más de tres meses,
llevar implantado un microchip electrónico de identificación o un tatuaje claramente visible (aplicado antes del 3 de julio de 2011),
estar en posesión de un pasaporte europeo para animales de compañÃa; este pasaporte será facilitado por un veterinario oficialmente acreditado y deberá contener toda la información relativa a las vacunas del animal,
haber sido vacunado contra la rabia cuatro meses antes de la fecha de llegada a Francia,
someterse a un análisis de sangre para comprobar la eficacia de la vacuna antirrábica al menos tres meses antes de la fecha prevista de salida en un laboratorio acreditado por la Unión Europea (este análisis no es necesario si el animal procede de un paÃs libre de rabia)
estar en posesión de un certificado sanitario conforme al modelo europeo y expedido por un veterinario autorizado en su paÃs de origen, acompañado de un certificado de vacunación,
estar en posesión de su certificado sanitario y de los demás documentos exigidos a su llegada a la aduana.
Si se trata de un ave, deberás presentar un certificado sanitario que especifique la cuarentena, el cribado o la vacunación contra el virus H5.
Volver a su paÃs de origen desde Francia
Si regresas a tu paÃs de origen con tu animal de compañÃa tras tu estancia en Francia, existen una serie de trámites especÃficos:
tu animal de compañÃa debe someterse a la prueba de la rabia y confirmarse su inmunidad antes de salir de la Unión Europea,
si la vacuna contra la rabia sigue válida, no es necesario un nuevo análisis de sangre, y el pasaporte del animal de compañÃa puede utilizarse como certificado médico.
Razas prohibidas en Francia
Las siguientes razas de perros, clasificadas en la categorÃa 1 (perros de ataque), no están permitidas en Francia, aunque pertenezcan a expatriados que pretendan vivir en el paÃs:
Staffordshire terrier o American Staffordshire terrier (Pitbulls),
MastÃn (Boerbulls),
Tosa.
Los siguientes perros de categorÃa 2, conocidos como perros guardianes y de defensa, están sujetos a estrictas normas de importación:
Staffordshire terrier o Staffordshire terrier americano,
Tosa,
Rottweiler,
Perros con caracterÃsticas morfológicas similares al Rottweiler.
Los expatriados que deseen importar estos perros de categorÃa 2 deben:
tener más de 18 años,
no estar bajo tutela,
no haber sido condenado por una infracción penal que figure en la notificación nº 2 del registro de antecedentes penales (o equivalente para los extranjeros), o por una decisión que retire el derecho de propiedad o de custodia de un perro.
Importante:
En el caso de los perros de ataque, el propietario también debe asegurarse de que el animal está esterilizado y debe estar en posesión de un certificado zoosanitario. En todos los casos, asegúrate de cumplir todas las normas anteriores o te arriesgas a que tu mascota sea repatriada, puesta en cuarentena o peor, sometida a eutanasia.
Tener un perro en Francia
Si vas a traer tu perro a Francia, probablemente te preguntes hasta qué punto será aceptado en tu paÃs de adopción. En general, los perros están prohibidos en las tiendas de alimentación, los lugares de culto, los museos y los establecimientos de salud. En cuanto a los demás comercios, la decisión de admitir perros depende del propietario del local. Sin embargo, en general los perros deben ir con correa. Algunos restaurantes también aceptan perros. En los transportes públicos no se admiten perros, salvo que sean muy pequeños. Puedes, sin embargo, tomar el TGV y el metro de ParÃs con tu perro, siempre que lleve bozal.
En los parques y espacios públicos al aire libre, los perros deben ir con correa, pero hay cierta tolerancia según el espacio y el nivel de uso. Por ejemplo, puede dejar suelto a su perro en medio de un bosque. El principio de los parques caninos no está muy desarrollado en Francia, pero en los últimos años han surgido varios establecimientos especializados en acoger y entretener a los perros. Existen, por ejemplo, varios centros de vacaciones para perros.
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