Cuando nos mudamos a un nuevo paÃs, esperamos desesperadamente que todo salga bien y que nos quedemos por todo el tiempo que planeamos y tal vez más. Pero desafortunadamente, las cosas no siempre funcionan. Ya sea por circunstancias personales o por la ley, llega un momento en que algunos expatriados pueden tener que regresar a su paÃs de origen o a otro lugar. Pero cuando se trata de una situación personal difÃcil, ¿cómo saber si debes perseverar un poco más o si es hora de seguir adelante? Discutimos algunos factores importantes para basar tu decisión.
Has estado extremadamente deprimido y no ha mejorado
Es natural pasar por la tristeza cuando te conviertes en un expatriado. En realidad hay un nombre para eso: el blues de expatriados. Te alejas de todos y de todo lo que estás familiarizado, y comienzas de nuevo en un lugar completamente nuevo. Si bien puede parecer emocionante, la mudanza también viene con inquietudes sobre costumbres desconocidas e incluso nuevos idiomas.
Para muchos, puede ser un camino lleno de baches al principio. Pero una vez que se aclimatan, están contentos y felices de nuevo. Para otros, sin embargo, podrÃan haber sobreestimado su capacidad de adaptación o tal vez estar lejos de la familiaridad del hogar. ¡Y eso sucede! Quizás tampoco sea el momento adecuado. De cualquier manera, no debes comprometer tu salud mental aunque sea difÃcil abandonar tu sueño de expatriado. Si no está funcionando, entonces puede valer la pena considerar mudarte a un paÃs para el que estés mejor preparado.
Estás luchando mucho con la integración
Algunos nativos son más acogedores que otros cuando se trata de los expatriados. Tal vez hayan pasado años, y simplemente no puedes entrar en ningún grupo social, a pesar de tus mejores esfuerzos. Además, algunos paÃses tienen mayores poblaciones de expatriados que otros. Si estás en un lugar donde apenas hay alguien alrededor, es posible que te sientas aún más aislado.
Si no puedes integrarte con éxito, esto también puede afectar tu salud mental. Esto puede ser especialmente cierto si enfrentas discriminación y/o acoso y simplemente ya no te sientes seguro en tu paÃs anfitrión.
Tu trabajo o negocio no funciona tan bien
Entre el de los trabajos de expatriados fallan. Si tienes una visa de trabajo, entonces dependes de tu patrocinador para cumplir con esa parte del acuerdo y mantenerte en el paÃs. Si tu empleador decide no patrocinarte durante el próximo año o más, entonces es posible que no tengas más remedio que regresar a tu paÃs de origen.
Incluso si puedes permanecer en tu paÃs de acogida sin una visa de trabajo, eso no significa necesariamente que sea financieramente prudente hacerlo. Si a la economÃa no le está yendo tan bien y te han despedido, puede ser extremadamente difÃcil encontrar otro trabajo. Para aquellos que apoyan a familias enteras, puede ser más prudente regresar a sus paÃses de origen donde cuentan con el apoyo de sus familias extendidas.
Solo tu sabes lo que es realmente mejor para ti
Al final, solo tu puedes decidir si es hora de regresar a casa. Si bien puedes tener en cuenta todos estos puntos, la situación de cada persona es única.Â
No solo hay que pensar en el aspecto de la salud mental, sino también en el aspecto financiero. Dos expatriados en la misma situación exacta pueden tomar decisiones completamente diferentes debido a las diferentes finanzas.
Asà que, si tienes una pareja y otros miembros de familia, es vital que te sientes y tengas una discusión exhaustiva sobre cómo abandonar tu paÃs de acogida. Encontrar una lista de "pros y contras" puede ser útil, ya que puede ayudarte a reevaluar lo que amas y odias del paÃs anfitrión. ¡Al final, te darás cuenta de que no es tan malo después de todo!