Después de un proceso de búsqueda e información importante, decidí matricular a mi hija en el ICS ya que cumplía con todas las características que buscaba: bajo ratio de alumnos/ profesor, asignaturas extraescolares atractivas, seguimiento de los alumnos personalizado y sobre todo contaba con una excelente trayectoria y reconocimiento. Sin embargo, después de unos años en este centro, he tenido que cambiarla de colegio ya que no se cumple ninguno de los requisitos que me parecían imprescindibles (superación de ratios, extraescolares poco cuidadas, instalaciones en mal estado, personal docente no actualizado…).
Me parece importante transmitir mi opinión por si pudiera ayudar a otros padres en este complicada e importante búsqueda.
Mi sensación después de este tiempo es que después de la compra de un fondo inversor, pareciera que el colegio aprovecha la buena reputación anterior para recortar los servicios que oferta.
La información que aparece en la web de ICS no corresponde con la realidad de esta institución educativa. Los ratios de las aulas son superiores, los profesores que aparecen en el claustro, en su mayoría, ya no están trabajando o están poco actualizados y las instalaciones están mucho más deterioradas y en peor estado de lo que aparece.
No es un espacio que genere confianza y transparencia. Y sobre todo, no es un espacio que vele por el bienestar de los alumnos, tal y como yo lo concibo. Algo que se ve a través de un elemento que para mi es esencial como es el cuidado de la alimentación en edades tan tempranas (no hay cocina propia sino que es un catering y la calidad es tan limitada que cada vez más niños se suman al home lunch, sin acceso este último a la posibilidad de calentarlo y siendo obligatorio su consumo en el propio pupitre).
Añadido a ello, tuve recientemente un problema con este colegio que ha podido impactar de forma directa en el desarrollo educativo de mi hija.
Le diagnosticaron dislexia erróneamente, con el pretexto de acudir a clases de refuerzo que no eran ni personalizadas ni estaban correctamente orientadas a tratar a alumnos con esta problemática. Algo que es extensivo al resto de alumnos, entre los que un alto % de ellos cuentan con diagnósticos parecidos que generan una amplia asistencia a estas clases extraescolares que se facturan aparte.
Espero que esta opinión, basada en mi experiencia personal, pueda ayudar a elegir al resto de padres de la zona que esté planteándose cuál es el mejor espacio para velar por el futuro educativo de sus hijos.