
Últimamente, muchas grandes empresas han considerado poner fin o reducir significativamente el trabajo remoto. Esta decisión ha generado resistencia por parte de los empleados, quienes han adaptado sus vidas para trabajar desde casa. ¿Cómo pueden las empresas equilibrar las necesidades de los expatriados, facilitar su integración profesional y, al mismo tiempo, mantener el trabajo remoto? ¿Cómo afecta el trabajo a distancia la conexión de los empleados extranjeros con su empresa?
Trabajo remoto y relaciones laborales fragmentadas
Aunque hubo un auge del trabajo remoto durante la pandemia, ahora está siendo cuestionado. Algunos críticos sostienen que los trabajadores expatriados en modalidad remota muestran menos compromiso. También señalan que las relaciones en el lugar de trabajo se debilitan, lo que afecta la productividad general. Los intercambios de ideas espontáneos, antes comunes durante las pausas para el café o en conversaciones informales en los pasillos, han disminuido. Los detractores consideran que el trabajo remoto rompe con la estructura tradicional de la oficina. Por otro lado, sus defensores lo ven como una ampliación del espacio laboral hacia el hogar. Sin embargo, esta ampliación a menudo genera relaciones laborales más fragmentadas y superficiales. Los empleados remotos pueden sentirse desconectados no solo entre sí, sino también de sus colegas presenciales, lo que podría derivar en un menor apego a la empresa y en una integración profesional reducida.
El desafío del aislamiento en el trabajo remoto
Las investigaciones indican que muchos trabajadores expatriados en modalidad remota experimentan estrés relacionado con su situación laboral. A menudo se sienten desconectados de sus colegas presenciales y perciben una menor integración. Esta sensación lleva a algunos a sentir que deben demostrar constantemente su valía y esforzarse más, lo cual puede afectar negativamente su salud mental. Sin embargo, también es cierto que una parte significativa de los expatriados en remoto afirma sentirse satisfecha con este modelo de trabajo. El impacto del trabajo remoto sobre la soledad y el aislamiento no es uniforme y puede variar mucho según los rasgos de personalidad. Aun así, el riesgo de aislamiento sigue siendo una preocupación real, incluso para quienes ya están habituados al trabajo a distancia.
El impacto diverso en la productividad
Numerosos estudios ofrecen resultados mixtos respecto a la productividad de los expatriados en entornos de trabajo remoto. Algunas investigaciones sugieren que el trabajo remoto puede mejorar la productividad, mientras que otras indican lo contrario. Un factor clave es la integración profesional del trabajador remoto expatriado. Una integración efectiva puede fomentar el compromiso con la empresa y, en consecuencia, una mayor productividad. Por el contrario, una integración insuficiente —o la falta total de ella— puede agrandar la brecha entre los empleados remotos y presenciales. Los expatriados que se sienten infravalorados o ignorados pueden estar menos motivados para rendir al máximo.
Integración efectiva de los expatriados en trabajo remoto
Optar por el trabajo remoto no debe significar aislarse del ámbito social de la empresa. Los trabajadores remotos extranjeros no son freelancers independientes; son empleados de pleno derecho y partes integrales de la compañía. A continuación, se detallan algunas recomendaciones prácticas para mejorar su integración profesional.
Mejorar la integración con una bienvenida adaptada al trabajo remoto
La integración de un trabajador expatriado en remoto debe incluir un día de bienvenida bien planificado, adaptado a la modalidad virtual. Se debe informar al expatriado sobre quién le dará la bienvenida de forma virtual. Esta bienvenida puede incluir una videollamada con un recorrido virtual por las instalaciones y una presentación en vídeo de la empresa y sus herramientas. El mentor asignado será responsable de organizar la jornada, incluyendo varios contactos por videollamada para mantener informado al nuevo empleado. El primer día —o incluso la primera semana— debe incluir un mayor número de reuniones informativas. También se deben programar reuniones grupales con otros miembros del equipo y empleados remotos para fomentar la cohesión. Además, el expatriado debe recibir un organigrama detallado con los datos de contacto de empleados presenciales y remotos, preferiblemente en formato fotográfico para que resulte más personal.
Fomentar las conexiones sociales en el entorno remoto
Desde la pandemia de COVID-19, se han desarrollado diversas herramientas para promover las “conexiones sociales virtuales”. Entre ellas se encuentran programas de videoconferencia como Zoom y Teams, plataformas de mensajería como Discord y Slack, y herramientas de gestión de proyectos como Zoho Projects y Furious. También son relevantes los programas de acceso remoto como LogMeIn y RemotePC, herramientas de soporte como TeamViewer y Splashtop, y aplicaciones de gestión del tiempo como Timely y Pomofocus. Asimismo, herramientas como Airtable y Trello resultan fundamentales para la organización de tareas remotas. Estas tecnologías son esenciales para estructurar una “empresa conectada”, facilitando el trabajo y reemplazando las oficinas físicas por espacios virtuales y las conversaciones cara a cara por chats. Se deben planificar talleres para presentar estas herramientas al trabajador expatriado, ya que, aunque afirme conocerlas, la empresa podría utilizarlas de una manera específica.
Gestionar plataformas virtuales de forma eficiente
Si bien el software organizacional puede optimizar el trabajo remoto, acumular demasiadas plataformas puede afectar negativamente la productividad. Es importante evitar saturar los equipos con programas innecesarios o redundantes. También conviene tener precaución con las funciones de “seguimiento” de ciertas aplicaciones. El trabajo remoto requiere un alto grado de autonomía, y aunque la gestión eficiente del tiempo —como dedicar momentos específicos a responder correos— es clave, sentirse vigilado por la empresa puede ser contraproducente.
Equilibrar las interacciones sociales remotas
Algunas empresas creen que programar más reuniones compensa la falta de interacciones presenciales, y promueven más “check-ins”, “reuniones relámpago” y otros encuentros breves como parte de la integración profesional. Sin embargo, los expatriados a menudo perciben estas reuniones frecuentes, aunque breves, como una fuente de estrés. También genera ansiedad el cúmulo de correos electrónicos y mensajes de chat. Abrir un chat para decir “hola”, otro para anunciar una pausa, y otro para un “almuerzo virtual” lleno de emojis marcando el fin de la jornada puede resultar abrumador. Es fundamental reconocer que replicar las interacciones presenciales en un entorno remoto no siempre es viable ni eficaz.
Mejorar la integración profesional de expatriados en modelos de trabajo remoto
El trabajo remoto conlleva inconvenientes evidentes, como la necesidad de mayor autonomía, lo cual no se adapta a todas las personalidades. Las empresas deben ofrecer un periodo de adaptación flexible para los expatriados, ajustando las herramientas organizativas según las necesidades individuales. Una organización del trabajo remoto eficaz debe ser adaptable, idealmente teniendo en cuenta la personalidad de cada trabajador. Esto es más factible en empresas pequeñas o medianas. En cambio, en multinacionales, los expatriados a menudo se limitan a interactuar con su círculo inmediato, lo que dificulta su integración. Reconocer y abordar estos desafíos es clave para mejorar la estructura del trabajo remoto, especialmente considerando sus beneficios evidentes: mayor productividad, ahorro de tiempo y energía, mayor autonomía, flexibilidad y mejor concentración.
Fomentar la confianza y valorar el trabajo de los expatriados en remoto
El trabajo remoto se basa en una sólida relación de confianza entre los directivos y los expatriados, quienes deben sentirse valorados en sus funciones. Esta sensación de valoración influye directamente en su integración profesional, motivación y compromiso con la empresa. Establecer un vínculo estrecho a distancia es posible mediante un diálogo abierto y el uso adecuado de herramientas organizativas. Los trabajadores remotos expatriados no deben sentirse aislados de los empleados presenciales. El esfuerzo debe ser conjunto, involucrando tanto a la dirección de la empresa como a los empleados presenciales y remotos.